Viajar a las Cataratas del Iguazú en Semana Santa, ¿un error?

No sé por qué no se nos ocurrió.

En realidad, sí. Lo pensamos.

Ir a una de las potencias turísticas de nuestro país, que hace un tiempo está considerada como una de las nuevas maravillas del mundo, y en un fin de semana largo (¡de 6 días!), formaban una ecuación muy tentadora.

El resultado era lógico: gente hasta en la sopa (creo que incluso vimos algunos en los árboles, ¿o habrán sido monos?). Era de esperar que encontraríamos mucho turismo, pero nunca, jamás, imaginamos que iría tanto pero tanto, TANTO.

No nos gustan las multitudes y en la medida de lo posible tratamos de evitarlas. Por eso cuando comenzamos a pensar un destino para los días de Semana Santa, nuestra consigna era clara: vamos a dormir en carpa, y tiene que ser un lugar tranquilo, donde no vaya todo el país para esas fechas.

El primer punto, lo cumplimos a la perfección, pero con el segundo no sé qué pasó.

Cualquier persona sensata se daría cuenta que si existe un sitio que evidentemente violaba esa condición, era justamente las Cataratas del Iguazú, que desde varias semanas antes ya figuraba como el destino más elegido por los turistas.

Pero entonces, ¿por qué fuimos? No lo sé, ¡que alguien me lo diga!

Son esas decisiones que uno no entiende muy bien por qué toma, y que muchas veces salen bien, aunque éste no fue el caso. Al menos, nos sirve como experiencia.

Asi que futuros viajeros, tomen nota.

Busquen lápiz y papel. Mejor que sea una lapicera, así no se les borra. Y de ser posible, un resaltador también. Ahora anoten: NO ir a las Cataratas del Iguazú en Semana Santa, a menos que amen el amontonamiento de gente. Y péguenlo en la heladera, así lo recuerdan siempre. ¡Después no digan que no les avisamos!

[Tenemos una guía actualizada para viajar a las Cataratas del Iguazú acá].

Un día relajado visitando Puerto Iguazú

El primer día en Iguazú, preferimos no visitar las cataratas y tomarnos el día más light, para poder descansar de tantas horas de viaje.

Aprovechamos a relajarnos en el camping, a leer un poco bajo los árboles y a visitar el hito de las tres fronteras. Se trata de un lugar turístico en la costanera de Puerto Iguazú desde donde se divisa la confluencia del río Iguazú y del Paraná, y al otro lado pueden verse la costa paraguaya y la brasilera.

Cada orilla tiene su respectivo «hito» pintado con los colores de la bandera del país que corresponde. Es un lindo sitio para dar un paseo o sentarse a tomar unos mates, porque se tienen buenas vistas de los ríos y las costas, sumado a que hay puestos donde podemos encontrar algunas artesanías interesantes.

Cataratas del Iguazú - hito de las 3 fronteras
Vista desde el «hito» argentino: al otro lado del río a la izquierda está la costa paraguaya, y a la derecha, la brasilera
turistas en Iguazú
Incluso acá no pudimos evitar las consecuencias del turismo de masas! en este caso, un grupo de turistas japoneses

vista desde el hito de las 3 fronteras

Semana Santa en Puerto Iguazú
Algunos puestos de artesanos en el hito de las tres fronteras

Comprar los tickets a las Cataratas en Semana Santa

Al día siguiente nos levantamos bien temprano, y nos fuimos  muy ilusionados a las famosas cataratas del lado argentino.

Basta decir que la ilusión duró poco.

Desde el momento que llegamos comenzaron las actividades que repetiríamos a lo largo del día: hacer cola, esperar y amontonarnos unos con otros. Comparable en magnitud al «viernes negro» norteamericano (si no saben de qué se trata el black friday, pueden verlo en éste video).

Para empezar, la fila para comprar las entradas era de unos 600 metros de largo, que se extendían con curvas y contracurvas por la zona del estacionamiento de vehículos. Tardamos más de una hora y media en lograr ingresar al lugar, pero hasta ese momento seguíamos con la leve esperanza de que adentro todo fuera diferente. Al fin y al cabo, el parque abarca más de 60000 hectáreas, ¡seguro habría espacio de sobra para todos!

fila fin de semana largo en Cataratas
Acá ya sólo nos quedaban 300 metros de espera por delante! Vamos que llegamos!

Cataratas del Iguazú en Semana Santa: los circuitos

Una vez dentro, lamentablemente el escenario no varió en lo más mínimo (o de hecho, empeoró).

Las escenas se fueron repitiendo: hacer fila para caminar por el circuito inferior, fila para intentar ver (todos amontonados) los saltos, fila para circular por el circuito superior, fila para sacar una foto, fila, fila, fila.

De contemplación, ni hablar.

Juro que llevábamos una hora ahí y deseábamos huir (de no haber sido porque ya habíamos abonado las entradas, seguramente lo hubiéramos hecho).  Estábamos tan angustiados que no queríamos ver más nada.

Todo estaba hasta tal punto colapsado que era imposible disfrutar de las caídas de agua.

mucha gente en Iguazú
Parece que vamos a tener que olvidarnos de tomarnos la típica foto bajo el salto…
Semana Santa en Cataratas del Iguazu
Obsérvese la multitud en cualquier pequeño espacio de pasarela

Cataratas del Iguazú en Semana Santa: la Garganta del Diablo

Lo peor era la opción para ir a la famosa Garganta del Diablo.

Hay una pasarela peatonal  de 1100 metros de longitud que lleva hasta el gran salto, y para llegar al comienzo de la misma habitualmente hay dos maneras: en un trencito que hace el recorrido ó caminando durante media hora.

El sendero para hacerlo a pie lo habían cerrado, para poder controlar la cantidad de gente que iba hasta la garganta, con lo cual el único medio para ir era el dichoso tren, con un tiempo de espera para tomarlo que ascendía a 4 horas (sí, 4!!).

Obviamente, descartamos ir a la Garganta del Diablo, por más que sea considerada la visita obligada de Iguazú. No estaba en nuestros planes esperar horas para tomar un tren que hace un recorrido de 10 minutos.

Pero en un momento en que justo pasábamos por ahí, vimos una pequeña fila de unas 20 personas (para la cantidad de gente que había allí dentro, ¡20 no era nada!).

Le preguntamos al guardaparque para qué era esa fila, quien nos contestó: «es la fila de los optimistas, que creen que se va a abrir el sendero para ir a pie, lo cual no creo».

Cinco minutos después, «los optimistas» estábamos caminando felices rumbo a la Garganta del Diablo.

Lástima que allí tampoco la alegría duró demasiado.

Media hora después llegábamos al inicio de la pasarela, donde nos esperaba otra fila de una hora y media para poder acceder a la misma (sólo imaginen por un momento la gente que hizo 4 hs de fila para el trencito, para llegar aquí en 10 minutos y hacer casi 2 hs más de cola para ver la garganta… en total 6 hs de espera sólo para ver la garganta!).

Y cuando finalmente fue nuestro turno de ver la garganta, una hora y media más tarde, obviamente estaba llena de gente. Con lo cual había que mirarla rápido, sumado a los guardaparques que nos decían que nos apuremos para dejar pasar a tooodos los que venían detrás, sin tener tiempo de disfrutar de semejante espectáculo de la naturaleza.

Cataratas del Iguazú en Semana Santa
Y por fin llegamos a ver el gran atractivo de Iguazú… la gente!!

Reflexiones de nuestra Semana Santa en las Cataratas del Iguazú

Nuestra idea original era hacer durante dos días las cataratas del lado argentino, o ir a conocer las del lado brasilero, pero nuestro único día ahí bastó para sacarnos completamente las ganas. Además desde las pasarelas a rebosar de gente donde estábamos, veíamos las pasarelas brasileras en el mismo estado de colapso.

Muchos nos aconsejaron que porqué no íbamos al atardecer, que había menos gente, o en el horario del almuerzo. El tema es el siguiente: a nosotros no nos gusta visitar este tipo de lugares en 2 o 3 horas y luego irnos. Siempre el plan fue pasar el día completo en las Cataratas del Iguazú del lado Argentino, y si íbamos a las del lado brasilero, pasar también el día completo. Cuando vamos a un lugar, tratamos de exprimirlo y disfrutarlo al 100%, y eso en nuestro caso lo logramos dedicándole todo el tiempo que podamos. Obviamente esto es totalmente subjetivo y es nuestra forma de viaje, que puede que no coincida con la tuya. De todas formas, terminamos pasando todo el día en las Cataratas como planeamos, pero no disfrutándolas como queríamos sino haciendo fila tras fila.

Elegimos un lugar único en el mundo, pero en el momento equivocado.

Las Cataratas del Iguazú son maravillosas, de eso no caben dudas, pero no vimos su mejor cara. Aunque esto nos sirvió para plantearnos ciertas cuestiones.

Existe algo en el ámbito del turismo que se llama «capacidad de carga«, que viene a ser la cantidad máxima de gente que puede ingresar diariamente a un determinado lugar, considerando la infraestructura de la que se dispone, sin que se altere el grado de satisfacción durante el recorrido y manteniendo los servicios en correcto funcionamiento (es decir, sin colapsar).

¿Es que acaso no hay un estudio de estas características en el Parque Nacional Iguazú?. ¿O será que estos datos se conocen pero es mucho más importante recaudar todo lo que sea posible sin importar las consecuencias? Si alguien sabe la respuesta, o puede aportar algo al tema, lo esperamos ansiosos en los comentarios.

Como me interesan los números y las estadísticas, buscando información sobre cuántos turistas fuimos los que estuvimos apretados como en lata de sardinas aquel día, nos encontramos con algunos datos muy interesantes.

Al parecer los técnicos de Parques Nacionales recomiendan que no haya más de 1000 visitas por día en Iguazú, pero por lo general se reciben en promedio unas 2000. Pero segun informan los mismos guardaparques, el tope es de 7000 turistas, ya que si se sobrepasa este número los servicios colapsan.

Ahora bien, ¿saben cuántos turistas ingresaron al Parque Nacional Iguazú en los seis días del fin de semana de Semana Santa? 52300. Sí, leyeron bien. Cincuenta y dos mil trescientos.

Sólo el día sábado que fue cuando nosotros estuvimos allí, 13516 (y hubo gente que quedó fuera).

Ahora resulta mucho más obvio que los senderos, las pasarelas, los restaurantes, los miradores, el trencito ecológico, y absolutamente todo se viera colapsado, ¿o no?.

Más de 6000 personas por encima del «punto de colapso» de los servicios. ¿Es que acaso nadie lo previó?

Lo que más me indigna, es leer en los diarios y sitios web al respecto de todo esto, expresiones del tipo «record absoluto«, «éxito rotundo«, etc.

¿Será que estamos dentro de la minoría que le parece un horror lo que ocurrió ese fin de semana con las Cataratas del Iguazú?.

¿O será que ahora todos los medios periodísticos determinan si algo es un éxito o un fracaso sólo a nivel cuantitavivo y no cualitativo?

O tal vez esto sea producto de que la sociedad vive tan acelerada e inmersa en una locura cotidiana, que perdió la capacidad de contemplar un paisaje de manera más solitaria y personal. Quizás a nadie le preocupa demasiado estar en el medio de semejante masificación en las cataratas, si total así vivimos todos los días en los subtes de Buenos Aires. Qué se yo.

Cataratas del Iguazú en Semana Santa
un yacaré ¿descansa? a la sombra del gentío. Pregunto: tan desproporcionada cantidad de gente, no afecta el entorno de este animal y de tantos otros?

Que las Cataratas del Iguazú hayan sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y además desde el año pasado integren el listado de las nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo, se supone que debería ser algo muy positivo desde cualquier punto de vista.

Visto lo visto, nosotros no estaríamos tan seguros.

Sin dudas esto incrementa el turismo, lo que se refleja en el ingreso de divisas y ayuda para la conservación de la zona (tal vez ciertos sitios del planeta hubiesen ya desaparecido de no ser porque fueron declarados Patrimonio, quién sabe). Pero también conlleva problemas, porque se comienza a recibir un turismo masivo en ciertos espacios naturales que generan la sobre explotación turística, terminando por perjudicar el ambiente natural, la flora y la fauna, como ocurre por ejemplo en la Bahía de Halong en Vietnam. Y en realidad se declararon Patrimonio justamente con el objetivo de preservar dichos recursos.

Si hubiésemos ido fuera de la Semana Santa seguramente la imagen que nos traíamos era otra, pero no es esa la cuestión. Creemos que al que le corresponda (municipalidad de Iguazú, la empresa que tiene la concesión del parque, la intendencia del parque, el gobierno nacional, la UNESCO, el que sea!), debe tomar ciertas medidas.

Es una obligación (de todos) proteger este lugar único en el mundo, y hay que buscarle una solución a estos inconvenientes en fechas complejas. Puede ser desde distribuir los visitantes a lo largo del día por turnos, que se realicen reservas anticipadas para estas fechas especiales, o en el último de los casos quizás agrandar o extender algunas pasarelas o senderos, siempre y cuando se hagan estudios previos que indiquen que no alteraría el ecosistema (porque sino, volvemos a lo mismo!).

Aún así, dejando todo esto de lado, no podemos negar que se trata de un espectáculo de la naturaleza increíble. Pero la próxima, ¡no iremos en Semana Santa!

Consejos para visitar las Cataratas del Iguazú en Semana Santa (y que te vaya mejor que a nosotros)

  • Si quieren evitar un poco las masas, vayan bien temprano (cuando el parque recién abre) o a última hora.
  • El 1er día de la Semana Santa (el jueves) y el último (el domingo), hay mucha menos gente. Si están esos días en Iguazú, son una buena opción.
  • Reserven con mucha anticipación los vuelos, alojamientos, etc, tanto para Semana Santa como para cualquier otro fin de semana largo de Argentina.
  • Las cataratas son de verdad un espectáculo único, y hay que conocerlas. Este fue mi 3er viaje allá, y es la primera vez que lo veo desbordado. Mis anteriores experiencias habían sido increíbles. Si podés planear tu viaje en otra época del año, te lo aconsejo 100%
  • Paciencia, la vas a necesitar!
  • Por último, y no por eso menos importante: cuidá la naturaleza y el entorno (dentro y fuera del parque), no dejes basura, y por favor, no alimentes a los coatíes! 

INFORMACION  ÚTIL PARA VISITAR LAS CATARATAS DEL IGUAZÚ

Ante todo, tenemos un artículo actualizado con mucha información útil paraorganizar tu viaje a las Cataratas. Podés leerlo acá.

Cómo llegar a las Cataratas del lado argentino: la entrada al Parque Nacional Iguazú se ubica a 17 kilómetros de Puerto Iguazú. Si no se dispone de vehículo propio, existe un ómnibus que realiza el trayecto desde el centro. Para llegar a Puerto Iguazú, posiblemente lo más cómodo sea volar (acá podés mirar los vuelos más baratos desde distintos puntos de Argentina a Puerto Iguazú para la fecha que busques) o depende donde vivas, quizás te convenga ir en ómnibus (en ésta web podés buscar los recorridos en bus dentro de Argentina). Lo mejor siempre es comparar entre avión y bus, tanto en precio como en tiempo, y ver qué nos conviene más.

Entrada a las Cataratas del lado Argentino: El precio de las entradas varía entre extranjeros, residentes del Mercosur, Argentinos, Misioneros y gente de la ciudad. También hay diferencias entre adultos y menores. Para ver la tarifa actualizada, ingresá a ésta web del Parque.

Dónde dormir: Nosotros acampamos, pero la ciudad de Puerto Iguazú tiene un montón de alojamientos que pueden ver acá. Hay para todos los gustos y bolsillos. Desde hoteles divinos como Jungle Lodge (que suele estar lleno) o el St George  hasta hotelitos más familiares y sencillos como éste. Para los que el presupuesto se los permita, incluso se puede dormir dentro del Parque Nacional en una habitación con vista a las Cataratas, en éste hotel que ahora pertenece a la cadena Meliá.  Del lado brasilero, en Foz do Iguacu, también hay muchas opciones. Son más caras o más baratas, dependiendo de cómo esté el cambio de divisa, hay que comparar. Si van en fin de semana largo o vacaciones, ¡reserven con bastante anticipación porque se llena! Lo decimos por experiencia…