Hacia Asia
Permanentemente estamos pensando en viajar, y contando los días que faltan para un nuevo descubrimiento. Pero las hojas del calendario van cayendo, el tiempo pasa, y la rutina en la cuál nos encontramos sumergidos logra que más rápido de lo que creíamos lleguen esos últimos días que preceden al tan ansiado viaje. Y así es que lo que esperamos durante tanto tiempo, un día se planta frente a nosotros. Meses de preparativos, de lecturas sobre el destino, de sueños, llegan a su fin. En realidad, recién comienzan. Nos vamos a Asia!
Después de recorrer algunos países de Latinoamérica (y siendo conscientes de todos los que nos faltan aún), comenzamos a plantearnos que había llegado el momento de conocer culturas con raíces diferentes. Ver con nuestros propios ojos realidades distintas, y tratar de entender, sin juzgar, la forma de vida de la gente que está tan lejos de lo que estamos acostumbrados. Comer un asado, cambiar el auto, intentar tener una casa, ir de shopping, quejarnos porque suben los impuestos, ser o no ser católicos, cambiar el celular, reclamar si nos cortan la luz o internet o el agua, son hechos que en menor o en mayor medida escuchamos a diario, en el ámbito que sea que nos encontremos. Somos así, pensamos así, soñamos así, nos educaron así, porque nacimos y vivimos en Sudamérica. Si hubiésemos nacido en Marruecos posiblemente seríamos Musulmanes y pensaríamos en peregrinar a La Meca. Si viviésemos en Camboya comeríamos arañas porque en el pasado las hambrunas nos hubieran obligado a eso. Si estuviésemos en el Campo de refugiados somalíes de Dadaab cuidaríamos cada centímetro cúbico de agua y no se nos ocurriría ni pensar en regar la vereda con agua potable, o creer que porque la pagué, ésta me pertenece y puedo derrocharla a mi antojo.
Cada persona tiene una identidad y forma de vida que fue influenciada por el lugar en el mundo en el cuál le tocó nacer, crecer, vivir… Pero en el fondo todos tenemos la misma escencia, no importa la raza, la religión ni la nacionalidad. Por eso, en los próximos 4 meses nos gustaría continuar derribando prejuicios infundados, conocer culturas totalmente diferentes a la nuestra y llegar a descubrir en los pueblos que visitemos historias de vida de las cuales aprender. Porque lo lindo de los viajes es eso: que uno siempre regresa con mucho más de lo que se fue.
Asia, allá vamos!
(Podés leer nuestras sensaciones después de viajar a Asia haciendo click acá )